Todos sabemos que la calidad de la alimentación comienza con la compra, momento en el cual decidimos qué alimentos llevar al hogar para su posterior consumo. Por eso, alguna vez hemos pensado ¿para quién compramos alimentos saludables?
Tal vez cuando es momento de cocinar para otros, la comida escogida no es la más apropiada para cuidar la salud, sino todo lo contrario.
Esa parece ser la norma involuntaria que se aplica en muchos hogares, ya que un reciente estudio encontró que los consumidores eligen alimentos menos saludables cuando compran para otras personas.
Así, cuando estamos preparando una cena para nuestros amigos, es muy probable que lo hagamos con alimentos menos saludables que cuando elaboramos una comida para nosotros. Es algo que si lo analizamos, sucede con frecuencia en la mayor parte de las familias.
Según los investigadores, los consumidores ejercen mayor control sobre lo que se consume cuando se toma la decisión por uno mismo, pero no sucede igual cuando decidimos la comida de otros. Por eso, es importante que cada uno tome la responsabilidad de comprar lo que consume o de al menos decidir antes de enviar a alguien que compre la comida en nuestro lugar.
Además, existe una simple asociación entre encuentro y momento feliz con comida sabrosa, pero esto no quiere decir que tiene que ser poco saludable. Es decir, en un evento festivo, donde queremos agasajar a los demás, no tiene por qué haber comida poco saludable, sino que podemos elaborar un plato sabroso y sano simultáneamente.
Si de verdad queremos hacer algo bueno por los demás a través de la comida, será mejor preparar opciones que cuiden de su salud, es decir, con menos grasas y calorías de lo que acostumbramos.
Fuente: diet-blog.com
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